Entre no tocar el piano en absoluto y ser pianista de concierto, hay un término medio. Entre ser cantante profesional y no saber cómo cantar sin quedarte sin voz dentro de un rato, hay un término medio. Entre ser compositor de concursos y no saber hacer ni siquiera una armonización sencilla, hay un término medio. Incluso entre dirigir como Riccardo Muti y no saber dar una anacrusa, también lo hay.
Es decir, el educador/a coral debe conocer y manejarse, en mi opinión, con todas estas herramientas, pero... ¿con qué grado de profundidad en cada una de ellas? Podríamos decir que con un manejo "suficiente" en todas y quizás, en algunas, dependiendo de su perfil, un manejo más profundo y artístico.
Así, hay educadores/as corales que tocan apenas el piano pero por contra cantan muy bien, otros a la inversa, otras que su fuerte es arreglar y componer musica coral, otras que lo hacen todo bien, y otros..que a duras penas se manejan con estas 4 herramientas: dirigir, cantar, tocar, arreglar. Yo personalmente añadiría alguna más, se me ocurren dos: la habilidad pedagógica de ser un buen docente en los ensayos, o la de ser un buen gestor/a del grupo, tanto a nivel humano como a nivel organizativo.
Ciertamente te animo a que profundices a la vez en todas ellas para alcanzar un buen desempeño profesional de conjunto. Por ejemplo, si no has estudiado piano, claro que puedes contar con un pianista acompañante, por supuesto, pero eso no te exime de qué tu mismo/a sepas tocar la melodía que enseñas, acompañar al coro con acordes, o tocar vocalizaciones sencillas.
Lo mismo ocurre con la voz. Si no has estudiado canto, dejar toda la formación en técnica vocal a un profe de canto externo sin que tú intervengas en absoluto, es transferir una parte muy importante de la enseñanza coral, casi en exclusiva, a otra persona. Después, quizás en algún momento del ensayo los alumnos te podrían decir que esto se hace así porque lo ha dicho el profe de canto y tú no sabrás porqué, ni que sentido tiene. Por supuesto que contar con profesores/as de canto de forma puntual o regular es una excelente idea, pero eso no nos exime a los educadores corales de saber cantar lo mejor que podamos, para así comprender como funcionan las correcciones vocales y también nosotros poder enseñarlas. Es decir, saber lo que les pedimos y cómo corregir a nuestros/as cantantes y/o alumnos/as.
Y lo mismo pasa con saber música, es decir, tener nociones básicas de armonía, de composición, de arreglos. Entender la música te ayudará a interpretarla mejor y también a crear tus propias canciones para tus alumnos o arreglar aquellas que les apetezca cantar (otro tema también importante que quizás merezca un post aparte más adelante).
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